Por: Mugs Redacción

Como parte de la amplia gama de disciplinas y artistas de la época de la vanguardia ruso-soviética, así como de la riqueza del contenido que presenta la muestra temporal Vanguardia rusa. El vértigo del futuro, en el Museo del Palacio de Bellas Artes se exhibe 33 dibujos poco conocidos, de carácter erótico-pornográfico, del cineasta soviético Serguéi Eisenstein.

A lo largo de esta sala se muestran obras marcadas por fantasías explícitas que contienen actos de necrofilia, homosexualidad y escenas orgiásticas, así como asociaciones del subconsciente como la muerte y el sexo, el horror y el éxtasis, la pasión y la religión, que invaden los dibujos que realizó el artista durante su estancia en México a principios de los años treinta. En varios de sus bocetos aún puede apreciarse el sello del Hotel Imperial, lugar donde realizó la mayoría de ellos.

Bajo la influencia de Sigmund Freud, Eisenstein, quien es conocido principalmente por sus trabajos cinematográficos, entre los que destacan El acorazado Potemkin (1925) o Iván el Terrible (1945), realizó decenas de dibujos eróticos que fueron considerados raros para su época. El dibujo era para él parte natural de la creación de la imagen cinematográfica; es decir, una serie de hojas con diferentes dibujos correspondían a un conjunto de cuadros combinados en la cinta.

México, con su éxtasis religioso, el alegre culto a la muerte y sus antiguas imágenes arquetípicas, le dieron al cineasta material completamente nuevo e increíblemente fecundo para su trabajo.

Sus dibujos, asimismo, estuvieron impregnados de los sentimientos prominentes en los tiempos de las vanguardias. Incluso llegó a comparar los trazos de sus lápices rojos y azules con las marcas de los latigazos y el color de las heridas. En palabras del propio creador, “si la revolución me condujo al arte, el arte me llevó eternamente por los caminos de la revolución”.

Dentro del conjunto de obra proveniente de la colección del Museo Estatal de Hermitage de San Petersburgo sobresalen piezas como A los corazones de Verlaine y de Rimbaud (1931), Seducción del soldado Gabriel (1931), Rumor (1933), Sobre una mesa de vidrio (1931), Vista inferior (1931), Corrida (1931), Anunciación (1931), La manzana y la serpiente (1931) y Zeus y Dánae (1934).

Cuando el cineasta falleció, su esposa dividió sus dibujos: los decentes y los obscenos. Los primeros los entregó al Archivo Central de Rusia, mientras que los demás permanecieron en la casa Moskvin, operadora de sus películas. Pasaron muchos años para que la censura desapareciera y sus dibujos pudieran ser expuestos.

Por otra parte, debido al continuo interés de ofrecer contenidos innovadores y acercarse a sus diferentes públicos, el Museo del Palacio de Bellas Artes invita a recorrer esta sala en compañía de Trazos eróticos, playlist realizada junto con Spotify, en la que, a través de intervenciones sonoras y una selección musical que contiene a artistas como Ely Guerra, Calle 13 y Nine Inch Nails, los visitantes disfrutarán de una experiencia multisensorial. Para gozar esta propuesta es necesario acceder al perfil del museo (mbellasartes) en la aplicación Spotify, ya sea desde una tablet, un smartphone o una computadora.

Vanguardia rusa. El vértigo del futuro se presenta en todas las salas del Museo del Palacio de Bellas Artes y permanece abierta hasta el 31 de enero de 2016, de martes a domingo de las 10:00 a las 18:00. Para mayor información sobre las actividades del recinto, consultar su sitio web (www.museopalaciodebellasartes.gob.mx), así como sus redes sociales: en Twitter, como @mbellasartes, y en Google Plus y Facebook, como Museo del Palacio de Bellas Artes.