Por: MUGS / Redacción

En la antigüedad, al templo de Manakamana sólo se podía llegar a pie en una travesía de tres horas y mil 300 metros cuesta arriba. Ahora existe un pequeño teleférico que ahorra el esfuerzo a los adoradores de la diosa hindú Bhagwati, quienes suben a la cima de la colina para pedirle deseos. Este medio de transporte en plena jungla nepalí es el escenario del filme Manakamana (Stephanie Spray y Pacho Velez, 2013).

Ganadora de la sección Cineastas del Presente, en la edición 2013 del Festival de Locarno, este atípico documental etnográfico se incorpora a la cartelera de la Cineteca Nacional tras su paso por el ciclo Talento emergente y se exhibirá a partir del 16 de octubre en la Sala 4, Arcady Boytler.

La película se compone de 11 tomas filmadas en cuadro fijo y en formato de 16 mm, que empieza con la salida del teleférico y termina con su llegada a la estación, sin cortes. La audiencia se convierte en un pasajero más y atestigua el singular recorrido de una pareja que lleva un gallo, una americana y una nepalí que discuten sobre fotografía; dos músicos sarangi que tocan sus instrumentos y un par de mujeres que intentan comer sus helados a punto de derretirse.

Los directores desarrollaron este largometraje por medio del Laboratorio de Etnografía Sensorial de la Universidad de Harvard, espacio que en pocos años se ha convertido en uno de los centros de producción de cine documental más prestigiosos debido al énfasis en la experimentación técnica y la observación etnográfica en cada uno de sus proyectos. La producción corrió a cargo de Lucien Castaing-Taylor y Véréna Paravel, directores del laboratorio y realizadores del multipremiado documental Leviathan (2012).

Stephanie Spray, etnógrafa, ha vivido y trabajado en Nepal desde finales de los noventa y aprovechó su experiencia en el país para seleccionar a las personas que aparecerían en el documental. Aunque parecen visitantes aleatorios, cada persona que salió a cuadro aceptó de antemano y fue escogida por los directores con base en su comodidad con las cámaras.

Scott Foundas, en su reseña para Variety, comentó acerca del uso de 16mm para filmar el documental. Digital seguramente hubiera sido más fácil, pero ya que uno de los temas enManakamana es la tensión entre lo antiguo y lo moderno, es adecuado que Spray y Velez eligieran hacer la película en un formato casi obsoleto, escribió.

En entrevista con Film Comment, el director Pacho Velez afirmó que contempló términos de proposiciones binarias: retrato/panorama, naturaleza/cultura, hombre/animal, este/oeste, discurso/sonido ambiente al realizar la película. Tal vez el filme hace una pretensión de experiencia de que la cultura es un blanco en movimiento, pero es un blanco en movimiento encerrado en una caja, aseguró.