Por: MUGS / Redacción

El libro Viernes reúne en sus páginas el trabajo realizado por Fernando Solana durante más de 12 años para su columna en el periódico Milenio, “Elitismo para todos”. El autor aborda temas de la vida cotidiana a través del ejercicio de la escritura reflexiva, buscando desarrollar “un periodismo que vaya más allá de lo inmediato y que integre al discurso narrativo y a la reflexión intelectual, tanto una voz personal como una problemática de época”, refiere el autor.

Para la selección de los textos que integran el volumen, Fernando Solana trabajó con las crónicas, columnas y ensayos más reveladores de sus preocupaciones e inquietudes. Con una narrativa en primera persona, el periodista indaga en determinados problemas sociales. “Hay ciertos tonos de carácter autobiográfico en el ensayo en cuanto al trámite o el vínculo con terceros autores, me pareció que la selección indicaba también diversos modos narrativos que creo de algún modo configuran lo que ha sido mi intención estructural”.

En Viernes, Fernando Solana hace uso recurrente de los juegos de palabras, la ironía y las paradojas para dar cuenta de la sofisticación del lenguaje en distintos géneros narrativos. Así, la miscelánea de temas incluye capítulos que tratan temas como el cuestionamiento moderno sobre la crisis de lo masculino, la sociedad del espectáculo y los principios del nihilismo, el “desprestigio” de la obra de García Márquez por una legisladora federal que cree inmoral uno de sus libros, una crítica social al país a partir de las profecías de Alejandro Jodorowsky, o incluso temas de la actual coyuntura política como la eventual legalización de la mariguana.

Al mismo tiempo, en su calidad de periodista, alza la voz para tomar postura en contra del actual sistema político y todo lo que en el país marcha errado: partidos políticos, economía, medios de comunicación, intelectuales, iglesia, gobernadores, neoliberalismo, etcétera

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Esta apertura temática en Viernes da oportunidad a Fernando Solana para tocar temas mucho más profundos y aun existenciales como la vida y la muerte, el fin del mundo, el presente, el pasado, el futuro, o la existencia de Dios, para lo cual recurre a autores como Osho, James Lovelock, Jonathan Edwards, e incluso el Códice Dresde de los mayas. Asimismo, abre la brecha para el debate sobre cómo se llega a la construcción del ser, del hombre en hombre y de esta forma qué aspectos constituyen a la humanidad y bajo que estructuras del pensamiento se establece la cotidianidad.

La espiritualidad es un tema recurrente en el libro, Fernando Solana asegura que la introspección a partir de la meditación es parte fundamental de su vida abarcando también todos sus proyectos culturales: “la interioridad me parece que es una de las formas superiores de la escritura, también es importante como documentación de época plantear ciertos esquemas que tienen que ver con algo que comprendo como una democracia cognitiva”.

El periodista y escritor afirma que el budismo visto más allá de la conceptualización religiosa, es un elemento cultural del espíritu de la época, “creo que el budismo aporta una perspectiva de mundo donde está la idea de la experimentación, en ese sentido me parece que tiene mucho de narrativo, estructural y desde luego de perspectiva de conocimiento intelectual”.

La mirada crítica de Fernando Solana en Viernes lo lleva a analizar la esencia de la cultura, preguntándose ¿hasta qué grado se es culto?, ¿se debe saber todo?, o ¿qué es lo que se debe saber para considerarse culto? Preocupado por la actualidad del quehacer cultural Fernando Solana asevera que “estamos mercantilizando excesivamente lo que es un orden del espíritu y creo que hemos subordinado la cultura a ciertas formas de la moda de las tendencias actuales”.

Así, el autor pone énfasis en las implicaciones sociales de la cultura, mismas que desde el nombre de su columna, “Elitismo para todos”, critica: “el termino viene de Jean-François Lyotard, él está planteando que saquemos la idea de que la cultura es aburrida, o de que es para unos cuantos, a convertir eso en un bien colectivo, yo creo que es una paradoja funcional”. De esta forma el escritor sostiene que la cultura conserva un grado de elitismo en el momento en que exige un conocimiento mínimo, sin embargo “a su vez no hay nada más democrático que la cultura porque con lo mínimo de atención cualquiera puede comprender aquello que está hecho para todos”.

Con más siete libros publicados, el editor, periodista y profesor Fernando Solana trabajó como coordinador del suplemento La Jornada Semanal, fue director del suplemento Dominical y de la sección diaria de Cultura del periódico El Nacional, lo que lo hizo acreedor del Premio Nacional de Periodismo en Divulgación Cultural en 1993; también fue director de Política Cultural de Canal 22, subdirector del Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México y director del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca.

El próximo 2 de diciembre Fernando Solana  presentará su libro Viernes en la Feria Internacional del libro de Guadalajara en el Salón Alfredo R. Placencia de la Expo Guadalajara, acompañado de Ariel González y Andrés Bucio. El título es publicado dentro de la colección Periodismo Cultural del Conaculta y se encuentra disponible en la Red de Librerías Educal.