Por: Redacción

Ivonne Murillo Islas fusiona poesía y artes plásticas tradicionales –a las que incorpora elementos tecnológicos– para expresar su versión del universo y abrir un crisol de sentidos, en un afán de revalorizar el acto inamovible de la lectura y la contemplación de una propuesta estética.

Como parte de un proyecto multidisciplinar y una aventura que transita por los derroteros del haikú, género poético de origen japonés conformado por tres versos sin rima que refieren escenas de la naturaleza y la cotidianidad, Instante suspendido. El haikú a través del tiempo. Exposición de libro del artista es presentada en la Galería del Tiempo de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

La artista –investigadora del Departamento de Investigación y Conocimiento del Diseño de la citada sede académica– expone 17 piezas que incorporan el suminagashi –arte de esa nación asiática de principios del siglo XII que consiste en una técnica de marmoleado llamada tinta flotante– teniendo como soporte papeles con texturas diversas, acrílicos y circuitos programados a través de la plataforma de hardware y software de código abierto Arduino.

Con la curaduría de Adriana Miranda y el apoyo de los docentes Roberto Bernal Barrón, David Vidal García y Ricardo Andrés Ríos Ocaña, esta propuesta lúdica involucra la tecnología para propiciar formas nuevas de hacer publicaciones y generar la lectura de la lírica del llamado país del sol naciente, moviéndose entre la escultura, el acrílico grabado, el corte en láser y el esténcil, a los que incorpora elementos lumínicos.

A partir de un proceso que inició en Gran Bretaña en 2005 y su interés en el género, Murillo Islas trabajó el libro de artista como disciplina y extendió esa actividad a la docencia y la investigación.

“Me interesó armar un equipo de colaboradores y entrar al terreno de la indagación del haikú para saber cuál es su origen y cómo viaja en el tiempo”, pues la maravilla de esa práctica poética estriba en que sus 17 sílabas contienen un instante, pequeños universos o fragmentos de un acontecer que queda suspendido en esa brevedad, detalló en entrevista.

El maestro Ezequiel Maldonado López, profesor del Departamento de Humanidades de la Unidad Azcapotzalco, considera que la diseñadora orienta su quehacer fascinada por la forma, el poema mismo y la instantaneidad para trasponer la distancia entre el poema y la pintura tradicional, fusionándolos en una propuesta plástica.

Así, en una búsqueda formal y conceptual logró –con el apoyo de Maldonado López, Fernando Martínez Ramírez y Miguel Ángel Flores– rastrear el recorrido de este género desde Japón hasta España y su llegada a México para recopilar algunos textos, que serán presentados hasta el 31 de marzo en la Galería del Tiempo.